Sabemos muchas cosas de las civilizaciones antiguas, pero hay aspectos que se han perdido en el tiempo, como la pronunciación de sus lenguas, los llamados idiomas milenarios.
Hemos aprendido la cultura de civilizaciones milenarias gracias al legado que se ha conservado en el tiempo: monumentos, pinturas, escritos, tumbas, e incluso sus restos humanos. Pero hay una cosa que no se ha podido preservar: el sonido de los idiomas perdidos. El fonógrafo no se inventó hasta 1870. Antes de esa fecha, no se podía grabar el sonido. Así que no tenemos registros de cómo se pronunciaban idiomas con miles de años de antigüedad, como las lenguas que hablaban los celtas, los sumerios, los asirios o los vikingos.
¿Cómo suenan los idiomas de civilizaciones antiguas?
Por suerte, los lingüistas han podido reproducir la mayoría de ellos. Hay algunos, como el latín, el griego o el azteca que no han desaparecido del todo. Derivaron en idiomas más modernos que conservan palabras y entonación, así que se puede saber con bastante fidelidad cómo se pronunciaban. En otros casos se estudian idiomas similares de la época, abecedarios y otros complejos sistemas, para intentar adivinar cómo se pronunciaban palabras que solo nos han llegado en pergaminos, tablillas, o inscripciones en los monumentos.