Presentación Libro Palabras de Estética, Filosofía en la Calle.

Para los filósofos, en efecto, no hay fines de semana, ni fiestas de guardar, ni vacaciones de inverno, todos los santos días se tiene que ser filósofo, aunque se sea el peor filósofo del cosmos.

Lo decía el gran sofista Gorgias, según cuenta Johann Huizinga en su célebre Homo Ludens (Alianza, p. 193).

“Porque la filosofía es una cosa amable cuando se la practica con moderación en los años juveniles, pero es la perdición para el hombre si se entrega a ella más de lo que es conveniente”.

Y así es, por suerte o más bien por desgracia.

En este caso es el vínculo entre la Filosofía y la Estética, pero que en anteriores ocasiones ha dado lugar a temáticas distintas.

Para la próxima se encuentran aun tramando dónde poner el dedo en la llaga, a ver si el doliente, que es el mundo, ¡omnitudo rerum! (trato de ir aquí más lejos que el bueno de Bueno cuando afirmaba en ¿Qué es la ciencia?, Pentalfa, Oviedo 1995, pág. 9, que «el mundo no es la omnitudo rerum, sólo es la totalidad de las cosas que nos son accesible en función del radio de acción de nuestro poder de con-formación de las mismas»), cada vez más intrincado él, se deja pensar un tanto.

Esto son reflexiones de Oscar Sanchez que no tienen porque ser compartidas por todos.

En Fin Filosofía, en el fondo todos somos un poco filósofos.