Cruces de Mayo Huércal-Overa.

El origen de la Cruz de Mayo se remonta a la conquista española.

Como los misioneros desconocen la lengua de los nativos,  no tenían imágenes y tampoco suficientes predicadores.

Hacen uso de la cruz y elementos locales para difundir el mensaje cristiano.

La cruz es de fácil construcción y se pone en un sitio visible para los que hay que evangelizar.

Cerros, intersecciones de caminos u otros espacios concurridos.

Allí se hacen las misas y otros actos religiosos.

«Vestir la cruz» es la actividad con que se abre la celebración el 1 de mayo.

El objetivo es mostrar el sacrificio de Cristo para salvar a la humanidad.

Todas las tardes, los fieles se congregan alrededor de la imagen para rendirle culto.

Cada casa cuenta además con su propio crucifijo, donde llegan a lo largo del mes los vecinos a rezar el rosario y cantarle.

La celebración termina con la cruz del pueblo en procesión por la localidad.

En el trayecto se canta y se pasa por las casas de los vecinos pidiendo limosnas.

Luego, se pone en un altar preparado en alguna parte del pueblo acondicionado para eso.

Se agradece con rosarios y novenas la recolección de limosnas, se reparten los alimentos y empiezan los cantos y bailes.

Finalmente, la imagen es desvestida y guardada en la casa de un nuevo custodio.